martes, 31 de marzo de 2009

Viernes 27 de Marzo



27 de marzo – Viajamos desde Ribadeo hasta Gandía

A las ocho de la mañana, con cara de sueño y cargados de maletas, fuímos llegaqando al Eroski de Ribadeo para emprender nuestra expedición. Aunque la huelga de autobuses ya estaba desconvocada, el insti y –sobre todo- los padres y madres- se pusieron las pilas para que pudiésemos viajar.

El trayecto comenzó por Las tierras gallegas, con un poco de “orbayo” para ambientar. Salimos a Castilla y León, atravesamos el Bierzo, con una breve parada para reponer fuerzas, y en Benavente hicimos una breve parada para cambiar de chófer. Ahora nos conduce Jose, con mano firme y mirada vigilante. El paisaje fue cambiando, y de las tierras gallegas, parecidas a las asturianas, pasamos a ver los viñedos y cerezos de la provincia de León,

Avanzando por las rectas de Castilla, llegamos a Labajos, provincia de Segovia, en el límite con Ávila, donde nos detuvimos a comer. A las tres de la tarde nuestros estómagos estaban preparados para reemprender el viaje. Pasamos Madrid, bordeándola por la eme-no-sé-cuántos y tomamos la dirección de Valencia. El paisaje siguió cambiando, y aparecieron los olivos y las llanuras manchegas, salpicadas de viñedos y de los nuevos “molinos de viento”, los eólicos. Un alumno, observando el paisaje de la provincia de Cuenca, exclamó: “¡Estamos en la Mancha, la tierra de don Quijote! ¡Cómo le gustaría a Toño [profe de lengua] estar aquí”.

Otra pequeña parada en Honrubia para merendar, ir al servicio, tomar un refresco, estirar las piernas y descansar un rato. El paisaje monótono y el paso de las horas dentro de un autobús iban afectando poco a poco a nuestras fuerzas, pero los ánimos seguían firmes.

Ya estábamos cansados, y los carteles seguían indicando que para llegar a Valencia faltaban casi trescientos kilómetros. Pero poco a poco nos íbamos acercando. Al entrar en la Comunidad Valenciana cambió de nuevo el paisaje y los letreros ya estaban en otro idioma.

A las nueve hicimos la última parada técnica, para resolver algunas necesidades fisiológicas, y entramos seguidamente en Gandía. ¡Y al hotel San Luis, en primera línea de platja (playa), en pleno grau (puerto). Una cena frugal, de espaguetti con carne y algún trocito despistado de zanahoria, y de segundo un pescado indeterminado con ensalada. El flan del postre fue lo más sabroso, creemos algunos.

Distribuidos por habitaciones, nos fuimos a la camita y dormimos como oseznos en plena hibernación.

Como en el hotel no hay posibilidad de conectarse a Internet, intentaremos aprovechar las posibilidades de la Ciudad de las Artes, donde suponemos que habrá más facilidades para usar las TIC que tan bien aprendemos en el IES de Luarca.

Como en el hotel San Luis, de tres estrellas (pequeñitas) no hay posibilidades de acceder a una conexión inalámbrica de Internet, iremos preparando material para subirlo al blog en cuanto sea posible. ¿Cuándo será posible? No lo sabemos aún. Tened paciencia.

Os dejamos alguna foto de este primer día de excursión. La última foto está tomada desde la ventana de la habitación del Hotel “San Luis”, en pleno Paseo de Neptuno, en Gandía.

“Quien viaja mucho y lee mucho, aprende mucho y sabe mucho” (Miguel de Cervantes)

Saludos desde Gandía.

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